Qué tan malo es no tener vida social

Escrito por Fina Kuggen

Socióloga y divulgadora

La pandemia afecta a todos, pero especialmente a los adultos mayores. Desde el punto de vista médico, son un grupo de alto riesgo para contraer el coronavirus. En este marco, para evitar que se contagien de COVID-19, se han tomado medidas que limitan su vida social, afectando su salud psicológica y emocional, con efectos que pueden ser permanentes. Es un dilema muy difícil: ¿debe prevalecer siempre la salud física, en detrimento de la salud psicológica y emocional?

La vida social, como muestra la investigación, ofrece mayores beneficios para el bienestar personal que otros factores: género, edad, escolaridad, salud, vivir en compañía o independencia.

Supera tus inseguridades

Deja a un lado tus miedos, no te critiques, no digas que nadie quiere estar contigo… porque esas afirmaciones hacen que la gente se aleje de tu lado. Si te sientes inseguro, necesitas trabajar en este aspecto por ti mismo. La confianza en uno mismo atrae y permite que los demás se acerquen.

Acude a un psicólogo si es necesario que te permita recuperar esa confianza en ti mismo. Convéncete de que eres valioso, que quieres socializar y que eres una persona muy interesante. Seguro que tienes cualidades de las que te sientes muy orgulloso. Así que concéntrate en ellos.

Puede ser complicado al principio

Puede que al principio no te apetezca y te resulte muy difícil. Sin embargo, te darás cuenta de lo bien que se siente salir de esa zona en la que te sientes tan cómodo, aunque en realidad no sea así. Bueno, la depresión y la baja autoestima dependen de ti. Sin darte cuenta estarás saliendo de un círculo vicioso en el que estás entrando casi sin darte cuenta. Aunque a veces querrás estar solo, pero empezarás a valorar la compañía y querrás salir de vez en cuando.

En realidad, el aislamiento camufla o provoca una causa mucho más profunda. Será importante descubrirlo y afrontarlo para poder disfrutar de la vida y ser feliz. Todos necesitamos interactuar con los demás. Analízate e indaga dentro de ti. Busca lo que se esconde detrás del aislamiento: ¿tímido? ¿inseguridad? ¿miedo al ridículo? Todo esto está en nuestra mente y, en realidad, no está allí. Son pensamientos creados a partir de experiencias, pero significa que son ciertos, salvo que nos los creímos.

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VIDA SOCIAL

“Me conocían muy bien. Me invitaron a su casa, puse mil excusas para no ir a casa de nadie. Me llamaban por teléfono, mi mejor amigo, tal vez cuando tenía… sí, no, colgaba rápido. No quería ver a nadie, nadie, nadie, nadie, nadie. Y fue mejorando otra vez, y otra vez vuelves a querer estar con tus amigos, es decir, cuando alguien no quiere estar con sus amigos o es malo». Una amiga de Eva María la ayudó llevándole primero una consulta psicológica en su casa y estuvo con ella cuando viajó para su tratamiento.

“Sí, mi amiga es de Málaga, porque se portó como una hermana conmigo. Bueno mi amigo que había venido adelante! En ese momento me ayudó a encontrar! la. Ahora mismo sigue en Málaga y ya está y tiene su vida, llama menos pero ahora dice que no le importa que nos veamos menos, porque ya sabe que estoy bien, ¿no? Pero cuando estaba mal, estaba muy preocupada. Y me acompañó, me recogió en la terminal de ómnibus, me llevó a la consulta, porque estuve un rato ahí, no sabía ni a dónde iba”. psiquiatría- es muy diferente, a Begoña le ayuda mucho hablar y escribir con sus amigas.