La pandemia afecta a todos, pero especialmente a los adultos mayores. Desde el punto de vista médico, son un grupo de alto riesgo para contraer el coronavirus. En este marco, para evitar que se contagien de COVID-19, se han tomado medidas que limitan su vida social, afectando su salud psicológica y emocional, con efectos que pueden ser permanentes. Es un dilema muy difícil: ¿debe prevalecer siempre la salud física, en detrimento de la salud psicológica y emocional?
La vida social, como muestra la investigación, ofrece mayores beneficios para el bienestar personal que otros factores: género, edad, escolaridad, salud, vivir en compañía o independencia.
La vida social en diferentes etapas
El psicólogo Lev Semyonovich Vygotsky, quien fundó la teoría social del desarrollo, dice que el desarrollo humano va de lo biológico a lo sociocultural.
En las primeras etapas de la vida de una persona, sus necesidades, su vida y su tiempo van más hacia las necesidades biológicas y a medida que envejece, sus necesidades se vuelven socioculturales, explica Lozada Martínez.
No hay vida social: Cómo superarla
El primer paso es aplicar la «tolerancia» y los «defectos» que hay en uno mismo en la dieta, eso significa ser muy tolerante con los demás y lo que hacen y entiendes que no eres perfecto. El problema de una persona sin vida social es que tiende a menospreciar a los demás por ser imperfectos, todas las malas noticias que pasan no son lo que ellos piensan, es como otra especie y no solo se suma a su falta de vida social. vida.
Es muy fácil juzgar, pero es muy difícil juzgar.
Siempre está muy ocupada
Puede que nuestra pareja sea un auténtico alcohólico. Es decir, alguien que es adicto al trabajo y apenas deja espacio para otra realidad distinta al ámbito laboral. Esto ha significado que, con el tiempo, haya perdido más de una amistad dado su estilo de vida orientado a la carrera.
Tengamos en cuenta que si nuestra pareja no tiene amigos y encaja en este perfil, probablemente también nos descuide en algún momento.