El trastorno bipolar es una condición que ha estado en el centro de la psicología en los últimos años. Tal vez sea porque algunos personajes públicos han exteriorizado padecer esta enfermedad y después de eso empezaron a hablar un poco más sobre el tema. Lo cierto es que existe mucha confusión sobre este trastorno y por eso vamos a abordar el tema para saber qué es y cómo detectarlo si lo padeces.
¿Qué es el trastorno bipolar?
Cómo saber si soy bipolar
La única manera de diagnosticar el trastorno bipolar es una entrevista clínica y pruebas específicas realizadas por un psicólogo o psiquiatra. Sin embargo, si tienes dudas, las siguientes preguntas pueden ayudarte.
Cuando estás de muy buen humor:
Lucha contra el estigma
EFE/Peter Endig
Hay mucho estigma y según el Dr. Saiz, esto hace que sea «muy difícil la reinserción y rehabilitación de las personas enfermas». Tenemos el prejuicio de creer que alguien con un trastorno mental no es de fiar, que es impredecible y puede ser violento, lo cual no es cierto. “Esto significa que cuando tenemos que tomar una decisión como dar un trabajo, hay un alto porcentaje de rechazo”, dice la especialista.
¿Cómo es un episodio bipolar?
El trastorno bipolar, anteriormente conocido como depresión maníaca, es una afección de salud mental que provoca cambios de humor extremos, incluidos altibajos emocionales (manía o hipomanía) y bajos (depresión).
Cuando se deprime, puede sentirse triste o desesperanzado y perder interés o placer en la mayoría de las actividades. Cuando su estado de ánimo cambia a manía o hipomanía (menos extremo que la manía), puede sentirse emocionado, enérgico o inusualmente irritable. Estos cambios de humor pueden afectar el sueño, la energía, la actividad, el juicio, el comportamiento y la capacidad de pensar con claridad.
¿Cómo se trata el trastorno bipolar?
La buena noticia es que la combinación actual de tratamiento farmacológico – consistente en estabilizadores del estado de ánimo como el litio, anticonvulsivos y antipsicóticos – con psicoterapia permite a los pacientes llevar una vida casi normal. Sin embargo, uno de los principales problemas en este punto es el alto porcentaje de abandono del tratamiento, entre otras razones por las dificultades de muchos para aceptar la enfermedad o porque creen en la fase maníaca que no es lo que ellos ni nadie necesita.
Vivir con trastorno bipolar puede ser una auténtica montaña rusa de emociones si el paciente no sigue el tratamiento ni lleva una vida ordenada. Si por el contrario vives con un horario estable, evita en lo posible situaciones que te generen estrés adicional y si sigues un tratamiento médico podrás llevar una vida familiar, social y laboral normal. Para ello, también es fundamental el ánimo y el apoyo de familiares y amigos para reconocer el problema y buscar ayuda.