Qué hacer para evitar la soledad

Escrito por Fina Kuggen

Socióloga y divulgadora

Porque, de verdad, la soledad puede ser buena. Se ha demostrado que en este estado el cerebro recupera áreas de atención, motivación, creatividad y productividad.

Sin embargo, sentirse solo es otra historia. A largo plazo, afecta su salud mental, causa depresión y crea un mayor riesgo de mortalidad que la obesidad (Holt-Lundstad et al. 2015).

¿Cuáles son las formas habituales de soledad?

La soledad se entiende como alejamiento del centro, de las multitudes, del ruido… Queremos que sea capaz de «darnos vida», rezar, escribir o concentrarnos. Esta soledad convierte la carretera que conecta nuestro interior en una autopista de varios carriles.

Esta soledad es necesaria en nuestra vida y no puede hacernos daño. Si somos inteligentes en su manejo, nos puede reportar grandes beneficios. Sin embargo, muchas veces la soledad no se elige, sino que se impone. En los casos de soledad impuesta, experimentamos una soledad tan intensa que podemos estar rodeados de gente y sentirnos solos al mismo tiempo. ¡Cuánta gente a nuestro alrededor y qué pequeña sensación de compañía!

¿Qué hacer si estás triste?

  1. Llora si lo sientes. El duelo es una emoción como cualquier otra y tiene su función. Tienes derecho a sentirte triste y llorar si lo necesitas. No es fácil saber qué hacer cuando estás triste.
  2. Aprovecha tu momento y date tiempo. No pasa nada, a veces la mejor manera de cambiar algo es aceptarlo y dejar de luchar. No necesitamos ser felices inmediatamente, cada proceso lleva su tiempo.
  3. No juzgues lo que sientes. El juicio que hacemos de nuestros sentimientos genera más malestar: “qué se supone que debo sentir, qué piensan los demás, qué pienso yo porque me siento así…”. El dolor no nos afectaría tanto si no pensáramos que dice algo sobre nosotros y lo obedeciéramos; podemos verlo como una emoción que, como cualquier otra, se va tal como llega.
  4. No te aísles. La tendencia a aislarnos nos hace sentir aún peor cuando estamos tristes. Si bien es cierto que hay momentos en los que necesitamos estar solos, compartir momentos con los demás nos distrae, lo que nos hace pensar en otras cosas para no seguir alimentando las emociones negativas.
  5. Háblalo, compártelo. Cuando nos sentimos tristes no tenemos que pasar por esto solos; si lo intenta, encontrará que hablar de algo o desahogarse realmente puede ayudarlo. Siempre encontraremos al menos UNA persona dispuesta a escuchar: un amigo, un familiar, un conocido, un profesional… ¡Hasta un diario puede ser muy útil!
  6. Tómate tu tiempo, ¿qué piensas hacer? A priori la respuesta podría ser “nada”, la apatía se apodera de nuestro poder de decisión. Si esto continúa en el tiempo, detente y piensa con calma, ¿estás seguro de que algo no te viene a la mente? Las pequeñas cosas llenan nuestro día a día: un baño caliente, una película, salir a caminar, charlar con un amigo, preparar nuestro plato favorito, apuntarnos a una actividad… este tipo de actividades nos ayudan a sentirnos menos tristes.
  7. Cuida tu apariencia e higiene personal. Dúchate, vístete y cuida tu higiene personal. Hay que prestar atención a algo tan básico, y es cuidarnos: si hay una persona que no puede olvidarte, eres tú. Además, verse bien ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo.
  8. Sal. Si pasamos todo el día dentro de nuestra burbuja, el medio ambiente desaparecerá. Hay más oxígeno ahí fuera, ¡vaya a respirar!
  9. Establecer rutina. Esto nos presiona a organizar nuestro día a día y no abandonarnos en la tristeza y la soledad.
  10. Practica deportes. Practicar deporte, además de ayudarnos a desconectar y liberar emociones, hace que generemos una serie de hormonas que ayudan a mantener un estado de ánimo positivo frente a la tristeza y la soledad.
  11. Concéntrate en el presente. “Lo hecho, hecho está”, parece fácil de decir pero no podemos volver atrás para recuperar el tiempo o cambiar el pasado. Sin embargo, podemos centrar nuestra atención y esfuerzo en el ‘hoy’, para aprovechar el tiempo y cambiar el futuro. Es importante tener esto en cuenta para combatir la soledad.
  12. Márcate pequeñas metas diarias o semanales para combatir la tristeza y la soledad. Esto hace que nos concentremos en otros asuntos y prestemos menos atención a las cosas que nos preocupan. Basta de pequeños hechos reconfortantes, Roma no se construyó en un día. Revisar y ver que los conseguimos motiva e inspira.
  13. Busca ayuda profesional. Cuando estamos tristes, no podemos recuperarnos confiando completamente en nuestro entorno, pero eso no significa que no haya salida. Así como vamos al médico cuando nos duele la pierna, ¿por qué no acudir al psicólogo cuando nos duele el corazón?
MIRA ESTO  Cómo superar la timidez y el miedo a hablar

¿Por qué sentirse solo es tan deprimente?

En las personas que llevan un trauma desde la infancia, sufren mucho por sentirse solos. Es posible que tengan otras experiencias relacionadas con la soledad desde la infancia. Esto les hizo crecer con ese sentimiento de abandono, de no poder apoyarse en sus padres cuando tenían un problema o cuando tenían un problema, tratando de expresar sus sentimientos…

Hay veces que el el trauma está ahí porque los padres no tomaron en cuenta lo importante que es informar a los niños sobre qué hacer. Esto también crea una sensación de abandono, que no se puede prevenir ni anticipar. Con eso, son personas que han crecido con ansiedad.

Cuando nos sentimos solos se activa un diálogo interno con nosotros mismos, es probable que estés en un rol pasivo donde la autocompasión y las víctimas serán las principales expresiones de frases como ; Que pena, todos se han ido, me han abandonado, parece que soy invisible o que nadie me quiere. Si te haces estas afirmaciones a ti mismo con frecuencia, es hora de cambiar tu forma de pensar y pasar a un papel de acción. La pregunta que debes hacerte entonces es; Si todos se han ido, ¿qué tengo que hacer ahora?, esta pregunta es fundamental para empezar a tomar acción y evitar esa negatividad que te molesta.

El siguiente paso son aquellas actividades que te sentiste bien en algún momento de tu vida y que realizaste. Con este ejercicio lo que conseguirás es recuperar aquellas experiencias que supiste hacer y disfrutaste en su momento.