Introversión y carácter reservado
La gran mayoría de las personas que hablan poco son introvertidas. Libros como The Introverted Leader: Take Advantage of Your Quiet Talent” de Jennifer B. Kahnweiler nos dan un ejemplo de cómo este estilo de personalidad siempre está a la vanguardia. Estas son las características que los definen:
- Piensan antes de hablar.
- Saben escuchar, piensan lo que les dicen y tardan más en responder.
- Son observadores, imaginadores y grandes analistas de la realidad.
- No rehuyen el contacto social, no son tímidos sino selectivos en la construcción de amistades.
- Les gusta la soledad.
- Son detallistas, les gusta cuidar al máximo sus relaciones. Son personas que confían y valoran, a su vez, tener personas sólidas con las que poder compartir la confianza.
¿Y qué hacemos con las personas que hablan demasiado?
- Si no te molesta en exceso, déjalo hablar y espera pacientemente a que termine. No tienes que hacer nada, probablemente ni siquiera notará si estás prestando atención o no. No te fuerces a tratar de decir algo, no te escuchará.
- Si por el contrario te interesa lanzar tu punto de vista, reconduce la conversación cuando veas una oportunidad. Frases como “bueno, como te decía”, “volviendo al tema anterior…”, “lo que te quería decir era…” o “claro, pero lo que te decía era que” … podría ser que te ayuden con esa tarea. Pero podría serlo, tampoco creas que es completamente seguro.
- Podría funcionar para ti felicitarlo primero y luego tener la conversación cuando quieras. Por ejemplo, «Me encanta tu forma de razonar, por eso quiero que hablemos de…». Esto puede halagarlo, y luego hablaría sobre lo que quiere.
- Por ejemplo, puedes seguir hablando aunque te moleste, hasta que consigas que se dé por vencido. Si además sigues hablando pero en un tono más bajo, lo más probable es que se quede callado para poder escucharte bien.
- También puedes decir algo como «por favor no me interrumpas, espera a que termine y ahora dame tu opinión, que me interesa mucho». Esta es una forma un tanto pasiva de reclamar su derecho a intervenir de alguien. Al decirle que te importa su opinión, es posible que te escuche y luego pueda dártela.
Ten en cuenta que las personas que hablan sin parar lo hacen porque realmente necesitan ser escuchadas.