Paradójicamente, en un mundo cada vez más conectado, a muchas personas les resulta más difícil hacer amigos. La amistad es el vínculo estrecho entre dos personas o un grupo. Esto suele basarse en sentimientos como el afecto, el respeto, la lealtad o la compasión. Es una de las relaciones más importantes que pueden existir, y por tanto es un elemento fundamental para desarrollar una vida plena y plena.
En consecuencia, cuando una persona tiene dificultad para hacer amigos, su bienestar emocional se ve muy afectado. En estos casos suelen presentarse problemas como depresión, baja autoestima, miedo, etc. Por esta razón, es necesario buscar formas de fortalecer las relaciones de amistad.
La actitud de hacer amigos
En la vida tendrás muchos conocidos, pero la verdadera amistad se caracteriza por la calidad, no por la cantidad.
La amistad es una relación interpersonal de confianza y apoyo que surge de la persona que menos esperas y en el momento más inesperado.
La verdadera amistad te preocupa
La amistad es cercanía, reciprocidad, interés y preocupación. Una sensación de conexión surge entre dos o más personas cuando se sienten comprendidas y cuidadas por los demás. De esta forma, si ahora estás pasando por una fase en la que te asusta el pensamiento de que “tengo amigos pero me siento solo”, quizás debas aclararte algo.
¿Sientes que se preocupan por ti? No tiene que pasarte algo para que estas personas acudan en tu ayuda. El verdadero interés se muestra en el día a día. Si a esos amigos no les interesa cómo estás, cómo te va el día, si no te preguntan cómo va todo y esperan a escuchar todo lo que tienes que decir, esa amistad no es válida. En esas circunstancias, si lo que sientes es frialdad emocional y soledad, lo mejor es aceptar que quizás debas cambiar de amistad.
Pasaste por una experiencia fuerte y/o desagradable
Muchas personas se sienten tristes y solas después de que algo malo sucede en su vida.
Si no nos tomamos el tiempo para llorar y lidiar con estos sentimientos, no será fácil dejar de sentirnos solos o tristes. Pedir ayuda a otros puede ser una buena manera de responder.
El que tiene un amigo es atesorado
Una de las autoras del estudio, Julianne Holt Lunstad, señaló que las relaciones interpersonales pueden afectar nuestra salud y, por tanto, los años que vivimos. . Puede ser «normal» para nosotros los humanos confiar en momentos de estrés o angustia; sin embargo, para muchos no es tan común.
Un amigo nos puede recomendar que visitemos al médico si nos ve enfermos, nos puede animar a comer mejor si hemos engordado mucho o nos puede animar a hacer ejercicio juntos. Incluso podemos hacer «sacrificios» por esa persona si lo necesita: ir a un restaurante de comida saludable, acompañarla al gimnasio, no fumar delante de ella, etc. Las relaciones sociales son muy importantes para nuestra salud física y, por supuesto, para nuestra salud mental.