Una de las causas más comunes de conflicto en las parejas es el uso del tiempo libre. Sin tener un espacio propio en la pareja, decidir qué actividades hacer en este tiempo libre, o con quién realizarlas, es habitual en muchas relaciones. Debido a las diferentes actitudes e intereses al respecto es difícil encontrar una solución que satisfaga a ambas partes.
Muchas veces es necesario buscar alojamiento de acuerdo a las demandas o necesidades de las diferentes zonas. Hacer planes con los amigos, ver a la familia, quedar con los compañeros de trabajo de uno u otro miembro de la pareja, hacer actividades con los niños o incluso facilitarles que hagan sus propios planes son algunos de los aspectos que no se pueden solucionar. ecuación
En realidad no estás tan solo como crees
Sí, aunque sigamos publicando fotos sonrientes en el muro de Facebook, todos nos sentimos solos en algún momento de nuestra vida.
Se estima que 1 de cada 10 personas se siente sola, y este porcentaje aumenta a 1 de cada 3 en los mayores de 60 años (Griffin, 2010).
Soledad en compañía
Sin embargo, el sentimiento de soledad puede darse incluso en compañía. De hecho, la influencia del entorno, de la cultura que nos rodea, es asombrosa. Los aspectos de la sociedad tiñen las relaciones de cada generación con sus propios matices. Estas tendencias diferenciales se reflejan en las escalas de calidad de la amistad.
Por el momento estamos hablando de una «relación líquida», es decir, poco fiable. Quizás por eso se escuchan voces de alerta alentando la reforma del tejido social, la forja de tejedoras: tejedoras de relaciones.
Puedes vivir sin amigos porque la sociedad es cada vez más individualista
Puedes vivir sin amigos, así es. De hecho, en un trabajo de investigación realizado por las doctoras Melika Demir e Ingrid Davidson de la Universidad de Arizona, se mostró algo interesante que invita a la reflexión. Se encontró que, básicamente, las amistades son una variable para encontrar la felicidad; sin embargo, este no es el factor más importante para la gente en promedio.
Lo más decisivo es la satisfacción de las necesidades básicas y también el sentimiento de competencia. Es más deseable sentirse independiente, tener elementos básicos como la alimentación, el trabajo, la vivienda o incluso una pareja. Así mismo, se le suma otro factor y es el de “relación líquida”.